Hace un tiempo muy atrás era la coronación del gran Cipa como cacique ya que él era un joven heredero de esta tribu. Seguido de todo su pueblo el gran Cipa iba encabezando el desfile; luego él se apartó y fue a un santuario, realizo un ayuno purificando su cuerpo y alma para recibir fuerzas y así gobernar a su pueblo en justicia, bondad y sabiduría. El salió del santuario para seguir el desfile junto con su pueblo hasta la sagrada laguna. Llegaron a la orilla para comenzar el ritual ya que iban a alabar a la diosa de las aguas Marini; lo despojaron de todas sus prendas, lo cubrieron de una sustancia pegajosa y encima le votaron extracto de óxido que con su brillo quedo como una estatua de oro que al ser tocada con los reflejos de luz expedía brillo o reflejos. Con la mayor autoridad de la tribu cruzo la laguna en una lancha plana al estar en el centro de la laguna invoco a Marini la diosa de las aguas luego de esto él se lanzó a lo profundo de la laguna al asomar por encima del agua sus acompañantes votar una ofrenda que eran 2 bandejas con figuras, medallas y vainillas de oro así concluyo el ritual. Retornaron a la orilla en un gran desfile donde los esperaban mujeres que desde el día anterior habían preparado mazorcas asadas, arepas, frutas y se asaba uno que otro venado. Celebraron porque ya tenían un cacique que los iba a ayudar a crecer en valores, unión y protección de las guerras. Así que duraron tres días festejando junto al cacique; las mujeres seguían preparando loa alimentos y centenares de indígenas acompañaban al todo soberano y así transcurrían todos los días en la tribu de los Muiscas pero a la llegada de los españoles acabaron los indígenas y desapareció el pueblo Muisca.
FIN
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